Las fragancias pertenecientes a esta familia olfativa están elaboradas a base de notas extraídas de las maderas de los árboles como el cedro, el abedul o el sándalo, así como esencias de musgo, vetiver -una hierba de raíces- y pachulí. Suelen ser perfumes para hombre, debido al carácter varonil de sus notas, aunque en ocasiones suelen incluirse algunas de ellas en los perfumes femeninos para darles un halo de misterio y elegancia. De hecho, en el 80% de los perfumes que actualmente se encuentran en el mercado encontramos alguna nota de madera.